jueves, 11 de febrero de 2010

Siempre pensé que las cosas vienen hacía uno. Qué sólo hay que sentarse, y esperar que la vida nos de lo que queremos. Que podríamos hacer todo el esfuerzo del mundo, pero si la vida no quería, las cosas no llegaban. Y es verdad, en algún punto. Mis oportunidades de verte (verlos), fueron casi nulas, de esas que se las cuentan con una sola mano. Y cuándo sentía el cielo colarse entre mis dedos... Me caía en la fría y dura verdad de la realidad. Y lloré, claro que lloré, y sufrí, sufrí muchísimo y me sentí morir... Pero me volví a levantar. Y con más fuerza, con más entusiasmo. Y de nuevo lo mismo, el cielo entre las manos, el golde duro, las lágrimas, el dolor... Y otra vez el alivio y la perseverancia de seguir un camino que sabía que era imposible. O no. En realidad, ¿Que es posible o no?¿No seremos nosotros quienes imponemos que las cosas nos sean imposibles? Cuándo algo 'es' imposible, uno se resigna a no hacer nada porque sabe que todo esfuerzo sería en vano para conseguirlo. Pero, ¿Si no hace nada, cómo sabe qué realmente es imposible? Depende de cada uno lo que es o no posible. Sí yo no me atreviera a luchar cada segundo por vos (ustedes)... Entonces sí serían imposibles, inalcanzables. Aprendí que lo que más queremos nunca cae del cielo. Porque sí, admito que a muchos ciertas cosas sí les caen del cielo, pero... ¿Realmente cumplir un sueño se trata de eso, de un golpe de suerte? Prefiero mil veces luchar por lo que quiero, prefiero demostrar que a esto lo siento en serio antes de depender de algo que para mí no vale. Y sí, soñamos, nos ilusionamos, y caemos... Pero eso es parte del camino, de nuestro camino, es caer y volver a levantarse aunque no haya una mano que nos ayude, es sacar fuerza de este amor. Se trata de luchar hasta que nuestras alas sangren y se rompan, es no dejarse vencer, sentirlos a flor de piel y sacar las fuerza del corazón hasta agotarlas. Es... es demostrarle a la vida que estamos dispuesto a volar en busca de esa oportunidad que nos da, pero que tenemos que ganar. Es... es amarte(los), hasta el final. Porque, ¿Quién sabe no? Todo lo que va, vuelve. Y se que este amor, este sueño... va a volver. Nose cuándo ni dónde, ni cómo, pero confío en mis sueños, en mi esperanza... Confío en vos (ustedes). Y el 'No te rindas', suena gastado, usado y falso.. Pero es así, no hay que rendirse, porque podemos hacerlo a centímetros del cielo que tanto buscábamos ...

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